Cómo encontrar el barrio perfecto para vivir
¿Está cerca de mi lugar de trabajo? ¿Es una zona tranquila o más bien bulliciosa? ¿Hay buenas comunicaciones? Antes de comprar una casa no solo hay que fijarse en los aspectos relacionados con la vivienda. Las características del barrio donde esté ubicada también influyen (y mucho) en el bienestar y la comodidad del comprador. Estos son los puntos más importantes en los que conviene hacer hincapié.
Distancias
La ubicación es una de las cuestiones decisivas a la hora de comprar una vivienda y quizá una de las más complejas. El portal especializado Fotocasa afirma que las personas suelen tomar la elección final por factores prácticos, como la proximidad al trabajo o la escuela, pero también personales, como la cercanía con la familia o amigos. Por ello, antes de tomar la decisión, es necesario comprobar las conexiones por carretera y de transporte público con los que cuenta la zona elegida y verificar los tiempos de traslado a los centros de trabajo o escolares y a las viviendas de los más allegados.
Precio
La compañía inmobiliaria Engel & Völkers afirma que la ubicación es uno de los factores más decisivos a la hora de evaluar la propiedad y fijar su coste final. Si la casa está situada en un lugar privilegiado, “el terreno resultará más relevante en la determinación del precio que el inmueble construido en él”, explica esta empresa.
En el caso de Madrid, según un estudio de Bankinter, hay una enorme disparidad de precios según la zona que se elija. El nivel de vida se dispara en lugares como el Barrio de Recoletos, en el distrito de Salamanca, que se sitúa como el más caro de toda la capital, con un precio medio de 8.333 euros/m², mientras que, en la localidad madrileña de Tielmes, el precio de una vivienda ronda los 731 euros/m².
Este indicador es clave para determinar el nivel de vida de cada zona. Las zonas más privilegiadas cuentan con mayores recursos, pero también con precios más altos. Por ejemplo, a la hora de llenar la cesta de la compra o disfrutar de una salida de ocio. Para evitar que el nivel de vida de la zona elegida acabe afectando a las finanzas, es necesario que el comprador seleccione las zonas que mejor se adapten a su capacidad adquisitiva y sus necesidades.
Servicios y conectividad
Los servicios de un barrio son fundamentales a la hora de asegurarse una mayor comodidad en el día a día. Sin embargo, la irrupción de la pandemia global ha cambiado algunas normas del mercado y ha añadido nuevos matices a esta demanda.
Una encuesta de la consultora inmobiliaria Savills revela que, además de la proximidad a los servicios, los consumidores se fijan también en el acceso a internet de alta velocidad y las buenas vistas como principales factores para adquirir una vivienda. Esta tendencia, según el estudio, se repite a nivel global por “el ascenso del teletrabajo y la mayor sensibilización con el medio ambiente”.
Además de comprobar que el barrio elegido cuenta con servicios básicos a mano, como supermercados, colegios o centros sanitarios, los compradores que coincidan con esta nueva mentalidad deberán informarse sobre qué compañías de comunicaciones operan en la zona para comparar sus servicios y tarifas.
Densidad de población
Los efectos del coronavirus se han hecho notar en las preferencias de los compradores a la hora de decidir si prefieren una zona más o menos poblada. Un estudio del Instituto de Valoraciones afirma que los consumidores están buscando viviendas en lugares con menor densidad de población, sobre todo en el mercado de segundas residencias, “como escenario alternativo donde pasar las vacaciones o largas temporadas”. En cuanto a las primeras viviendas, la irrupción de la pandemia global ha hecho que los compradores actuales se decanten por zonas más alejadas del centro de las ciudades, donde sea más fácil evitar muchedumbres.
Sin embargo, hay tendencias tradicionales que se mantienen como la edad del comprador. Las personas más jóvenes o solteras, según Vía Célere, suelen preferir zonas céntricas debido a las mayores oportunidades laborales, las facilidades en el transporte, las oportunidades de ocio y la cercanía con familiares y amigos. En cambio, las parejas y familias adultas prefieren decantarse por barrios más tranquilos y bien surtidos de servicios. En todos los casos, cada persona deberá sopesar los pros y contras de vivir en una zona menos poblada o en un barrio populoso, ya que será un condicionante en su vida diaria.
Madrid Sureste, la zona ideal para vivir
Los desarrollos urbanísticos del sureste de la capital suponen una oportunidad de vivienda para todos los perfiles de compradores. Los precios asequibles serán la tónica de Los Cerros, Los Ahijones, Valdecarros, Los Berrocales y El Cañaveral, donde se construirán más de 100.000 casas de las que la mitad serán protegidas.
En cuanto a los servicios, Luis Roca de Togores, presidente de la Junta de Compensación de Valdecarros, explicaba en el acto de firma de este gran proyecto urbanístico, que la zona se convertirá en un eje vertebrador para el sur de Madrid. “Se ha previsto espacio suficiente para ofrecer a los vecinos todos los servicios necesarios: guarderías, colegios e institutos, centros de salud, polideportivos y parques, jardines y zonas de esparcimiento que mejorarán significativamente su calidad de vida”. Además, las conexiones estarán garantizadas gracias a las autopistas y autovías M-45, M-50, M-31, R-3 y A-3, así como la Línea 9 de metro.
Todos estos aspectos harán de Madrid Sureste, una zona bien comunicada, asequible y provista de servicios que satisfará las necesidades de todos los compradores.