¿Cómo elegir una hipoteca?
Comprar una casa es una de las decisiones financieras más importantes en la vida de una persona. Las cantidades a desembolsar suelen ser importantes por lo que lo normal es solicitar un préstamo hipotecario para poder afrontarlas. Dicho préstamo suele ser a largo plazo y conlleva una serie de condiciones que conviene entender bien. Por ello, antes de elegir una hipoteca, hay que tener en cuenta las siguientes cuestiones:
Hay tres clases de hipotecas según el tipo de interés:
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Préstamo hipotecario a tipo fijo:
Es aquel en el que se aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo. Por ello, la cuota mensual a pagar permanecerá inalterable durante el tiempo que dure la hipoteca, al margen de las fluctuaciones del mercado. Con esta opción se suele capitalizar a menor ritmo y puede que, en principio, se pague un tipo de interés mayor que el de la hipoteca variable.
Para paliar esta desventaja, las entidades financieras pueden ofrecer un tipo de interés más bajo en estas hipotecas (también en las de tipo variable) si el cliente contrata algún tipo de seguro, domicilia su nómina o traspasa su plan de pensiones, entre otras acciones. En el caso de que el cliente dejara de pagar las cuotas de los productos vinculados a las condiciones de la hipoteca, la entidad no aplicaría el descuento en el tipo de interés establecido, por lo que cuota mensual aumentaría.
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Préstamo hipotecario a tipo variable:
Se caracteriza por tener un tipo de interés que se revisa periódicamente, normalmente de forma semestral o anual, aplicando alguno de los índices de referencia oficiales (normalmente, el euríbor). El importe de las cuotas mensuales puede subir o bajar en función de lo que varíe este índice de referencia. Lo normal es que se aplique el dato de dicho índice del mes en el que se firma la hipoteca y que cada seis meses se actualice el tipo de interés en función del último valor.
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Préstamo hipotecario mixto:
Es un tipo de hipoteca que combina el pago de una cuota mensual a tipo fijo en los primeros años del préstamo con un tipo de interés variable en el resto de años hasta su vencimiento. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), “estas son las menos interesantes, pues privan los hipotecados de los bajos tipos de interés actuales, y después serán variables, cuando sea más probable que haya subidas”.
¿En qué otros elementos debo fijarme?
Además del tipo de interés, otros factores a tener en cuenta, según explica Rocío Santiago, directora de Zona de Hipotecas.com, en un artículo en el portal inmobiliario Fotocasa, son los siguientes:
- El interés fijo de salida: es un interés fijo, que aplican algunos bancos en ciertas hipotecas variables durante los primeros meses, para luego pasar a cobrar el diferencial más el euríbor. La cuota resultará más barata, cuanto más bajo sea este interés, y menor el período en el que se aplica. Según Santiago, un interés fijo óptimo sería inferior al 1% a 12 meses.
- La comisión de apertura: es la cantidad que se paga al banco por formalizar el préstamo hipotecario. Hay bancos que no cobran nada por este concepto, algo a tener en cuenta a la hora de elegir una hipoteca u otra.
- La comisión de amortización anticipada: es la cantidad que se paga al banco por amortizar el préstamo hipotecario antes de lo acordado. Suele ser de entre el 0,15% y el 0,25% del valor amortizado, aunque se puede rebajar previa negociación con el banco.
- El porcentaje máximo de financiación: las entidades bancarias suelen prestar un 80% del total del valor de tasación de la vivienda. En algunos casos, pueden llegar a conceder el 90 o hasta el 100%, pero solo si el comprador tiene un perfil seguro, lo que influirá en el coste de la hipoteca.
¿Incluyo productos vinculados?
Las entidades financieras suelen ofrecer algunas posibilidades para mejorar las condiciones de la hipoteca. Entre ellas, domiciliar nómina o recibos, contratar algún seguro de hogar o vida, entre otros, o traspasar el plan de pensiones.
La Ley de Crédito Inmobiliario prohíbe la venta obligatoria de servicios vinculados a la hipoteca, pero permite la de productos complementarios que permitan rebajar el tipo de interés. A lo que sí puede obligar el banco es a contratar un seguro de vida para asegurarse el cumplimiento de las condiciones del préstamo o de hogar, aunque el cliente puede elegir la empresa con quien quiera realizarlo. Además, el banco puede vincular la hipoteca a productos beneficiosos para el cliente.
¿Cuál es el plazo de amortización más adecuado?
Es otro de los aspectos importantes a tener en cuenta. En España, según datos de Statista, las hipotecas constituidas entre 2012 y 2020 tienen un plazo medio de devolución de alrededor de 21 años. Cuantos más años se esté pagando la hipoteca, menor será la cuota mensual, pero también serán mayores los intereses.
En ese sentido, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social explica en su Guía hipotecaria que: “El nivel de los tipos de interés también permite hacer combinaciones más o menos ventajosas con el plazo. En general, con tipos bajos, el alargamiento del plazo produce una mayor disminución de la cuota, mientras que, con tipos de interés altos, el plazo más largo no produce un descenso significativo de la cuota a pagar”.
Para decidirse por una hipoteca u otra y saber cuánto se pagará realmente durante el tiempo que dure, conviene hacer un cálculo previo de los intereses. En internet existen herramientas que permiten realizarlo de forma sencilla como las que ofrece el Banco de España en este enlace.
Las ventajas de comprar una vivienda en Madrid Sureste
El precio de la vivienda que se elija es el factor principal que determina la cuantía de la hipoteca. Por ello, es importante elegir casas que, además de cumplir con las necesidades de cada comprador, tengan un coste asequible que permita afrontar con garantías la entrada y el pago del préstamo hipotecario.
Madrid Sureste es una opción de lo más atractiva ya que ha puesto en marcha la construcción de inmuebles modernos y sostenibles, que cumplen con las exigencias de los consumidores a raíz de la pandemia, a un precio asequible. El motivo es que, de las 100.000 casas previstas, más de la mitad tendrán algún tipo de protección. Este factor es importante para sectores de la población, que suelen tener más problemas para cumplir los requisitos necesarios que les permitan acceder a una hipoteca, como los jóvenes o las familias con menores ingresos.